Que el participante pueda analizar, trabajar y contextualizar desde su cargo en el equipo técnico, el tratamiento de los riesgos para mitigar o evitar sus impactos en la planificación, en el presupuesto y en la calidad del proyecto, tanto a nivel contractual como de obra. Gestionar los riesgos implica atender el efecto de las deviaciones de los objetivos y resultados, pudiendo así manejar y controlar de mejor manera las situaciones imprevistas de terreno, modificaciones de contrato, interferencias, deficiencias de proyecto, etc., que afectan las utilidades previstas.
Lo anterior, reconociendo y practicando la disciplina disponible de la NCh-ISO 31.000, a fin de incorporar esta perspectiva estratégica en la gestión de construcción.